Los siete íconos naturales que identifican a Argentina. Desde Jujuy, hasta Santa Cruz. Destinos imperdibles para disfrutar todo el año.
Un recorrido por las siete Maravillas Naturales de Argentina. Cada destino con su propia historia y belleza natural. Se trata de Salinas Grandes (Jujuy); Glaciar Perito Moreno/Parque Nacional Los Glaciares (Santa Cruz); Parque Nacional Talampaya (La Rioja); Selva Misionera (Misiones); Río Mina Clavero (Córdoba); Parque Nacional Nahuel Huapi (Neuquén/Río Negro) y Bañado La Estrella (Formosa).
De Argentina al mundo, Salinas Grandes, Jujuy
Se trata del tercer salar más grande de Sudamérica con una extensión mayor a las 12 mil hectáreas a cielo. Asimismo, este inmenso desierto refulgente está ubicado a 4.000 metros de altura. Y posee millones de años, luego de que la cuenca se cubrió por completo de aguas provenientes de un volcán. La paulatina evaporación de este líquido y sus componentes, es lo que dio posterior forma a este salar; que posee una costra cuyo espesor promedio es de 30 centímetros.
Glaciar Perito Moreno/Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz
Esta masa de hielo, es una de las joyas naturales de más brillo en el Cono Sur. Además, El Perito Moreno muestra un fenómeno que le provee de una fuente de espectacularidad. Ya que sus hielos avanzan sin cesar; lo cual da origen a la ruptura y desprendimiento de gigantescos bloques de hielo en su frente de 5 kilómetros de ancho. Esto, le ha dado fama mundial y es fuente de bautizo del Canal de los Témpanos; lugar en el cual navegan los fragmentos de hielo de proporciones épicas. Asimismo, el ruido de estas rupturas ha sido comparado al sonido del trueno.
Otra maravilla, Parque Nacional Talampaya en La Rioja
Al sureste de la provincia emerge un área protegida de notoriedad mundial. Fue formada por la erosión; ya que la región acuna el río que cruza el cañón de Talampaya y baña las costas encajonadas del pedregal. Los bruscos cambios de temperatura han generado un cincelamiento natural. Lo que ha producido la rotura de grandes placas tectónicas. Estas son testigos de más de 250 millones de años de evolución. Además, de la extrema belleza, el desierto se impone por sus suelos variados y sus colores únicos.
La Selva Misionera en Argentina
Valles, ríos, frondosa vegetación subtropical y hasta sierras que llegan a los 800 metros de altura. Todo, dando forma a un bosque lluvioso y húmedo que ocupa más de un 35% del territorio misionero. Además, es una de las eco-regiones más biodiversas del planeta. Y, también, es hogar del yaguareté y del tatú-carreta; en su espacio conviven más de 400 especies de aves que inundan el follaje de árboles gigantes.
En Córdoba, Río Mina Clavero
En pleno territorio del Valle de Traslasierra, el Río Mina Clavero es protagonista. Su naciente en la Pampa de Achala, es el producto de la confluencia de riachuelos y arroyos que lo hacen fresco, cristalino y torrentoso. Además, sus aguas frías, mineralizadas (gracias al corredor de roca), tienen fama de ser curativas. Corre de este a oeste, salvando el faldeo de la sierra por fuertes pendientes y saltos de agua. Para luego encaminarse en valles perdidos con playas solamente invadidas por el canto de las aves. Es una de las áreas más bellas de la provincia de Córdoba que, en parte, recuerda a la escenografía andina.
Parque Nacional Nahuel Huapi en Neuquén y Río Negro
Bosques húmedos y fríos, sumado a nieves eternas en sus cerros más icónicos y una gran variedad de lagos, arroyos y ríos. Todo, conforma un paisaje excepcional, admirado en todo el mundo. Éste paraíso es compartido por las provincias patagónicas de Neuquén y Río Negro. Además, es el parque nacional más antiguo del país. Su origen se remonta al año 1903, fecha en que el Perito Francisco Pascasio Moreno donó a la Nación una extensión de tres leguas cuadradas; ubicadas en el límite de los territorios de Neuquén y Río Negro, en el extremo oeste del brazo Blest del lago Nahuel Huapi.
Bañado La Estrella en Formosa
Es el segundo humedal más grande de Argentina. Se ubica al norte de la localidad de Las Lomitas. Asimismo, se encuentra inundado la mayor parte del año por las lluvias y los desbordes del Río Pilcomayo. Las 400.000 hectáreas (en 300 kilómetros de largo y de 10 a 20 km de ancho) del Bañado lo convierten en el tercero en cuanto a superficie en el Cono Sur. Luego de El Pantanal (Brasil) y los Esteros del Iberá. Es una joya cuya preservación resulta vital para una gran multitud de seres vivos con cada vez menos terrenos silvestres en los que vivir.