El 27 de mayo es el día de la reconocida cepa originaria de la región de Borgoña, Chardonnay. La bodega lo festeja con sus líneas de alta gama.

Esta cepa tan particular ha logrado en Argentina un grado de desarrollo y evolución extraordinario. Ya que se convirtió en la cepa de calidad más plantada del país. Así, el Chardonnay se encuentra en las distintas líneas de Bodega Escorihuela Gascón: MEG, Pequeñas Producciones, Gran Reserva y Familia Gascón.

“Para nosotros el chardonnay es una cepa flexible, que se adapta bien a vinos con fluidez y tomabilidad, mucha acidez e intensidad de fruta. Es una cepa capaz de dar grandes vinos de guarda, vinos blancos, con volumen en boca, perfil aromático, elegante y complejo”, expresó Matías Ciciani Soler, enólogo de Escorihuela Gascón.

Para celebrar a esta cepa, la bodega propone especialmente a su Gran Reserva Chardonnay. Y lo primero que se debe saber de ese vino es que la finca que Escorihuela Gascón posee en Agrelo se encuentra en una zona baja de Luján de Cuyo, Mendoza. Es un viñedo de 30 años de antigüedad.

“El Gran Reserva Chardonnay proviene de un lugar extremadamente frío que hace que tenga una expresión de fruta muy intensa y a su vez mantenga una muy buena acidez natural. Es un vino que, con su paso por madera, le va a conferir volumen en boca, y aromas más relacionados a la miel y al pan tostado; que va a dar un chardonnay con una capacidad de guarda extraordinaria”, explicó Ciciani.

Éste vino brinda una notable tipicidad varietal con aromas de lima, pera y ananá. A los que se suman tonos minerales, flor de tilo, flor de naranjo, miel y dejos tostados aportados por el roble. Es para paladares entendidos en busca de complejidad y elegancia.