En diciembre, las reuniones están al orden del día. Y cuando se acercan las fiestas, los preparativos se intensifican. El profesor Adrián Pavía elaboró cinco puntos que se deben tener en cuenta para ser un buen anfitrión.
Por: Adrián Pavía
En este momento del año, ya es inevitable pensar en las fiestas. Nochebuena, Navidad, el adiós al año viejo y la llegada del nuevo año. Recibimos o asistimos a cenas y encuentros con familia, amigos y hasta con personas que quizás son desconocidas.
¡Que stress para algunos! ¡Que placer para otros! Personalmente, me encantan las fiestas porque es un buen momento para realizar un gran despliegue de conocimientos y talento. Sin lugar a dudas, es un buen momento para practicar ser un buen anfitrión.
A mi juego me llamaron y aquí les dejo 5 consejos claves; que seguramente te pueden ayudar a disfrutar de recibir a tus invitados en esta época de fiestas.
Lo primero que se debe recordar es que todo lo que sucede en torno a tu casa, si eres quien recibe, habla directamente de quien eres. De la misma forma que lo hace la mesa donde se realizará el almuerzo o la cena. En otras palabras, les dirá a los invitados sobre si eres ordenado y si sabes manejar tus tiempos. Con los preparativos, entregarás información. Por ejemplo, si tus niveles de stress son preocupantes y hasta de cómo eres al momento de hacer elecciones.
Para ser un buen anfitrión se debe disfrutar, y mostrarse seguro y de buen humor. Jamás digas cosas como “estoy muerta, cocine toda la tarde” o “corrí todo el día no llegue ni a vestirme mira lo que soy”.
Clave 1 para ser un buen anfitrión: la lista de invitados
Es importante comenzar por el primer paso, saber a quienes invitarás. Además, puede ser lo más complicado. En este sentido, es fundamental que los asistentes hagan un buen match, a fin de que puedan mantener conversaciones interesantes. Así, el ambiente será agradable. Sabemos muy bien que a veces si es la familia no se puede hacer mucho, pero estará en vos, el anfitrión, encontrar la manera de armonizar los sitios en la mesa; y que todo fluya correctamente. Finalmente, para ser un buen anfitrión, invita con tiempo no lo hagas en la misma semana del evento. Ya que esto da a entender que no tuviste en cuenta al invitado hasta último momento.
Clave 2 para ser un buen anfitrión: lugar, temperatura, música, aromas
El éxito de cualquier buen anfitrión radica principalmente en estos puntos. Seguramente harán que los invitados puedan disfrutar mucho más. Que no se mueran de frío o de calor. Una temperatura adecuada hace que los invitados estén cómodos.
Además, es importante que no sólo se escuche la música que te gusta a vos. Hoy, existen plataformas especificas (Spotify o I-tunes, por ejemplo) que permiten armar con anticipación un play list.
No es bueno dejar librado esto al azar. Tampoco es bueno que tortures a todos los invitados con villancicos desde las 21 a las 2 de la madrugada. Para ser un buen anfitrión se debe pensar en momentos musicales. En primer lugar, se pueden elegir canciones para la llegada de los invitados. Luego, otros ritmos para la cena. También, se pueden seleccionar temas para el momento de los regalos y para el final de la noche.
Cada hogar claramente tiene su aroma, quizás la noche que recibes a tus invitados buscas que haya un olor no muy invasivo, pero si agradable. Porque eso no sólo da sensación de limpieza, sino también de armonía.
Clave 3 para ser un buen anfitrión: el menú
Elegir bien la carta es importante. El perfecto anfitrión siempre tendrá la época del año, los gustos de sus invitados y los productos de estación. Por ende, destierra la idea que debes cocinar vitel toné o ensalada rusa. En cambio, decide un menú por el cual te recuerden por la elección de sabores y por el buen gusto en la presentación.
No existe una regla que diga que tienes obligación de cocinar determinado menú. Por tanto, sorprende a tus invitados con una elección que demuestre que has dedicado tiempo, no sólo a elaborarlo sino también en pensarlo. Lo predecible aburre.
Puedes pensar una combinación de platos; para no ofrecer, por ejemplo, sólo pescado, en el caso de que no tengas seguridad de que a todos le agrada. Debes tener, al menos, dos opciones si no consultaste previamente durante las confirmaciones.
Por último, eso de que algo simple, pero delicioso, nunca falla te vuelve un anfitrión mediocre. Por lo que juégate para hacer un gran menú, combina más pasos que sólo tres, quizás un menú de cinco platos sea ideal.
Clave 4 para ser un buen anfitrión: la mesa
Recuerda que lo mejor es recibir a los invitados un rato antes del horario en el que se servirá la cena. Además, recibe en persona en la puerta a cada invitado y ayúdalos a reconocer el lugar para que se sientan cómodos. Por ejemplo, que ingresen al living de la casa (donde debes esperarlos con un aperitivo) hasta que todos los invitados lleguen es un buen comienzo.
A continuación, cuando hayan arribado todos los invitados, podrás decir las palabras mágicas que cualquier anfitrión desearía decir: “Los invito a pasar a la mesa, serviré la cena en unos minutos”.
Por otra parte, el comedor será siempre el punto central de encuentro. La mesa se debe montar de manera protocolar. Además, esto evitará que tengas que levantarte en búsqueda de cosas que necesiten tus invitados.
Revisa el mantel y las servilletas, preferentemente todo blanco sin manchas ni roturas. Y si usas motivos festivos que sean lo más sutiles posibles. Además, preocúpate por los detalles a cada comensal y de los arreglos de mesa. Un mantel blanco siempre quedará bien. Por el contrario, el rojo y el verde que ambientan la temporada no suelen dar ese toque de sofisticación que se busca. Particularmente, no me gusta demasiado usar motivos navideños en el mantel. En todo caso, usar dorados y plateados, le darán a tu mesa un toque de elegancia.
Del mismo modo, es un día especial y debes contar con tu mejor vajilla, cristalería y cubertería. En el caso de que un solo juego no alcance para todos los comensales, puedes mezclar de porcelana o cristalería, queda divertido y le darán a tu mesa un toque especial.
Si la mesa es pequeña, el mejor consejo que te puedo dar es que no la cargues con accesorios que después los invitados deben correr por falta de espacio.
Procura una mesa de apoyo donde puedas tener, bebidas, hielo, pinzas, aderezos, servilletas extras, o cualquier cosa necesaria para el servicio. Si no cuentas con personal para que te asista durante la noche, recordá que como anfitrión debes ausentarte de la mesa lo menos posible.
En definitiva, no se te ocurra dejar a tus invitados para ir a lavar platos o acomodar la cocina; eso lo puedes hacer cuando se hayan retirado.
Una vez finalizada la cena puedes pasar a otro sector de la casa para disfrutar de algunos dulces, café, bebidas espirituosas en un ambiente más distendido. Y abrir los regalos ¿por qué no?
Clave 5 para ser un buen anfitrión: ¿hay que llevar algo?
No dejes librado al azar este ítem. Al momento de las confirmaciones debes ser muy claro respecto a si quieres o no quieres que tu invitado lleve algo. Si deseas que lo haga, recuerda que debes ser claro y concreto. En otras palabras, dar indicaciones de cantidad y especificaciones claras.
Lo mejor es no pedir nada, eso hará que nadie lleve cosas por compromiso e incluso cosas que no hacen un buen match con tu menú. Es de buen anfitrión correr con todos los gastos. Por tanto, si te preguntan ¿que llevo? Debes responder simplemente “mucha alegría y ganas de pasarla bien, del resto me ocupo yo”.
Probablemente quien oficie de invitado resolverá la cortesía de la invitación agasajándote en la próxima reunión o porque no haciéndote un lindo regalo.
Último consejo
Jamás olvides que ser un anfitrión es un privilegio y una responsabilidad. Justo en el momento que decides serlo, sueñas y planeas tu fiesta debes ser capaz de sorprender con los detalles, tu carisma y ese toque del placer por las cosas bien hechas.
Felices Fiestas para todos. Disfruten y que puedan agasajar a sus invitados de una manera fantástica.