Desde la primera edición en 2015, cada Artychoque tiene como punto de partida el autoconocimiento como herramienta primordial, para pensar lo que se comparte. “Colisionar” para potenciar y hacer crecer la creatividad, a través de cruces y choques de experiencias y vivencias. No se trata ni de un evento, ni una fiesta, sino más bien un proyecto en constante movimiento, un camino errático y sinuoso de aprendizaje que invita a experimentar viajes personales para encontrar una creación colectiva.
La clave fue juntarse para pensar creatividad e identidad, es decir, sobre la base en la que trabaja un artista, un bartender, un cocinero o todo aquel que esté creando algo desde el lugar que sea.
Tierra, Fuego y Aire fueron los elementos en los que se inspiró el Artychoque vol. 3. El encuentro en Rosario convocó a la transformación, intermediación y fermentación con el Aire como elemento central de las experiencias.
Durante la jornada un grupo compuesto de bartenders, gastronómicos, artistas y Revista Doquier volvió a las bases, se empapó de cultura ─visitó a la artista rosarina Fabiana Sacnún para aprender a trabajar con arcilla─ y de la mano de La´Pai (una Asociación Civil sin fines de lucro que tiene como objetivo el desarrollo de la Permacultura), aprendió sobre fermentación.
El grupo aprendió sobre masa madre (levadura), kvas, kéfir y chucrut, incició cada proceso para luego seguir con la experiencia en casa.
El primer encuentro se enfocó en la Tierra y se localizó en Córdoba En el Tigre, Buenos Aires, el elemento fue Fuego, con el fin de invitar al descubrimiento de la astrología y la destilación.
Finalmente, lo generado en cada ciudad será compartido como parte de un camino de creación de contenidos públicos y abiertos que son parte del espíritu de Cynar.
Sobre artychoque
Este proyecto nació hace dos años, cuando el congreso de diseño de Mar del Plata TRImarchi convocó al concurso “Colisiones Artísticas”, se generaron trabajos en duplas que se plasmó en la edición de un libro, realizado en conjunto con Cynar. Un año más tarde, la iniciativa se propuso intervenir y transformar alguno de los museos más importantes de Argentina: MAR (Mar del Plata), Museo Emilio Caraffa (Córdoba) y el MACBA de Buenos Aires con una gira nacional con sedes rotativas en la que el carácter principal fue el mash up de músicos, artistas, escultores, arquitectos y diseñadores de sonido.