Inaugurado en 1997 y cautivador por su compleja fusión de formas curvilíneas, el Museo Guggenheim Bilbao es icono de la transformación urbana de la capital vasca y el lugar donde encontrar cultura y obras magnificas de mediados del siglo XX.

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Por: Valeria Trosch

El Guggenheim de Bilbao representa un magnífico ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX, es obra del arquitecto estadounidense Frank Gehry y posee 24.000 m2 de superficie, de los cuales 11.000 están destinados a espacio expositivo. Desde su apertura en 1997, el programa de adquisiciones del Museo Guggenheim Bilbao se ha centrado en obras realizadas a partir de mediados del siglo XX hasta la actualidad, forjándose una identidad singular.

Este museo es arte desde su concepción; el edificio representa un hito arquitectónico por su audaz configuración y su diseño innovador, en conjunto, el diseño de Gehry crea una estructura escultórica y espectacular, perfectamente integrada en la trama urbana de Bilbao y su entorno.

Es importante destacar que existen cuatro Museos Guggenheim: el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York; la Peggy Guggenheim Collection de Venecia; y el Deutsche Guggenheim de Berlín. Y la colección permanente de cada uno de ellos está formada por las obras pertenecientes a la Solomon R. Guggenheim Foundation, la institución artística creada por Solomon R. Guggenheim en 1937 para la promoción del arte moderno y fundadora de cada plaza.

La colaboración entre los Museos Guggenheim posibilita el acceso compartido a fondos artísticos que, en conjunto, ofrecen una perspectiva completa de las artes visuales del siglo XX constituyendo un nuevo modelo de museo que presenta el arte al público de una manera dinámica y siempre cambiante, en el que las obras no se exponen en lugares fijos.

Es así que, el Museo Guggenheim Bilbao tiene la posibilidad de acceder a colecciones, que en conjunto abarcan desde las primeras vanguardias hasta el arte contemporáneo, y esto permite mostrar obras maestras con las que, de otro modo, un nuevo museo no podría contar.

El Guggenheim de Bilbao ha reunido ejemplos relevantes de arte contemporáneo, de autores locales e internacionales, con la finalidad de conformar una colección propia y autónoma.

Las líneas que guían las adquisiciones para el museo, incluyen la compra de obras maestras y ejemplos singulares de destacados artistas contemporáneos y de posguerra; o el pedido de obras específicamente concebidas para los singulares espacios interiores y exteriores del edificio de Frank Gehry. También, existe una especial atención a los artistas vascos y españoles modernos y contemporáneos con el fin de conservar su importantísimo patrimonio cultural y mostrarlo al mundo.

La colección permanente.

El Guggenheim de Bilbao ha reunido ejemplos relevantes de arte contemporáneo, de autores locales e internacionales, con la finalidad de conformar una colección propia y autónoma; si bien el criterio de selección se perfila de acuerdo con la Fundación.

Algunos de los autores destacados son: Txomin Badiola; Eduardo Chillida; Miquel Navarro; Pello Irazu; Koldobika Jauregi; Cristina Iglesias; Jesús Mari Lazkano; Jorge Oteiza; Darío Urzay; Miquel Barceló; Antonio Saura; Antoni Tàpies; Willem de Kooning; Gilbert & George; Juan Muñoz; Pablo Palazuelo; Susana Solano; Georg Baselitz; Joseph Beuys; Anselm Kiefer;  Manolo Valdés; Jean-Michel Basquiat; Louise Bourgeois; Francesco Clemente; Anish Kapoor; Jeff Koons; Robert Motherwell; Robert Rauschenberg; James Rosenquist; Yoko Ono; Sigmar Polke; Gerhard Richter; Mark Rothko; y Richard Serra.

En 2005, se instaló, como parte de la colección permanente y propia del museo, La Materia del Tiempo, una serie de siete esculturas monumentales creadas por Richard Serra y que se unen a Serpiente (Snake), la escultura realizada por el artista para la inauguración del museo.

La colaboración entre los Museos Guggenheim posibilita el acceso compartido a fondos artísticos que, en conjunto, ofrecen una perspectiva completa de las artes visuales del siglo XX.

La creación.

La construcción del Museo Guggenheim Bilbao tuvo lugar entre octubre de 1993 y octubre de 1997 y el emplazamiento elegido, en una curva de un antiguo muelle de uso portuario e industrial, supuso la recuperación de la ría del Nervión para la ciudad y su reurbanización para la cultura y el ocio.

El exterior del Museo, cuyo perímetro se puede recorrer íntegramente, presenta diferentes configuraciones desde las distintas perspectivas y sirve también para la exhibición artística, albergando piezas de creadores como Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Yves Klein, Jeff Koons o Fujiko Nakaya.

La parcela en la que se sitúa el edificio está surcada en uno de sus extremos por el Puente de La Salve que, desde 2007, sirve de soporte a la intervención escultórica encargada por el Museo a Daniel Buren titulada Arcos rojos / Arku Gorriak. Bajo el puente discurre la sala 104, una enorme galería libre de columnas que alberga la instalación escultórica de Richard Serra, La materia del tiempo, y que se topa en su extremo con una torre, un remate escultórico del diseño arquitectónico que abraza el colosal puente y lo integra, de forma eficaz, en el edificio.