Louis Vuitton juega con su artesanía y creatividad en LV Volt. Una línea elegante, misteriosa y definitivamente unisex.
La colección de joyas LV Volt de la Directora Artística de relojes y joyas, Francesca Amfitheatrof, pone el foco en las letras L y V. Estas icónicas iniciales son una metáfora para el movimiento, una alegoría del impulso, una justificación de lo esencial y un símbolo de velocidad.
L por leyenda, V por vibración. L de luz y V de visión. Y L por Louis y V de Vuitton. Los pilares que juntos forman un diseño arquitectónico. Cuyas línea principal es convertirse en una unidad de medida en un lenguaje universal. Mientras que su poderosa naturaleza gráfica trasciende fronteras y géneros.
Primero, en LV Volt las letras pilares son exhibidas en su forma pura. Luego, las líneas atraviesan el espacio, creando ángulos en el interior, en el que se mezclan oro brillante y diamantes ardientes.
Es decir, las dos mayúsculas se juntan, dividen o se contraen. También se mezclan, interactúan y completan. Todo ello, dando vida una escena de símbolos que exploran la luz, el espacio y el ritmo a través de sus recursos inesperados e inextricables.
En un segundo capítulo, la colección LV Volt se vuelve más intrincada. Se convierte en eslabones de cadena de innumerables texturas, volúmenes, acabados y dimensiones.
Entonces, las iniciales se materializan: un juego tras otro, emergiendo como figuras prismáticas, presentándose como estructuras tubulares.
La colección llega a su fin con un escape de lo abstracto, ya que las dos letras se convierten en garras para apilarlas en los dedos y fluir hacia bandanas como bordados en movimiento.
En cada joya, la artesanía de Louis Vuitton da paso a líneas limpias y contornos suaves. Mientras se inspira en las apreciadas formas de arte abstracto.