Alejandro Ginevra, presidente de GNV Group y apasionado del mercado inmobiliario, le cuenta a Doquier todos los detalles sobre el desarrollo de lujo más importante de la Argentina: Madero Harbour.
Por: Alejandro Ginevra
Madero Harbour es un mega emprendimiento de lujo y de usos mixtos en el Dique 1 de Puerto Madero.
Las tierras adquiridas de forma visionaria en el año 1992, cuentan con unidades residenciales de lujo presentes en Harbour House y Harbour Residences. También se está construyendo la ambiciosa Harbour Tower: su duplex ubicado en los pisos 51 y 52 contará con 700 m2 y ostenta un precio de 12.4 millones de dólares, marcando así el récord del departamento de mayor valor de la Argentina.
Los beneficios de vivir a 192 metros de altura serán sus vistas únicas de 360 grados a través de su exterior completamente vidriado, pileta interna y las mejores terminaciones a cargo del célebre arquitecto Carlos Ott.
“Teníamos el proyecto hace mucho tiempo, este año la empresa cumple 50. Yo arranqué a los 17, ahora voy a cumplir 55. La compañía siempre se dedicó al real estate comercial. Con mi incorporación implementamos shopping centers”, comentó Alejandro Ginevra, presidente de GNV Group.
Los residentes de este “oasis porteño” tardarán escasos minutos en llegar a sus trabajos; ya que el proyecto también contempla edificios de oficinas bajo la marca internacional “World Trade Center”. Además, otros desarrollos del complejo incluyen un centro comercial, hotel de lujo, supermercado y cine.
En este sentido Alejandro explicó: “Estas tierras las compramos en el año 92, eran en total 21 hectáreas, todo el Dique 1 más la cabecera. Continué con la visión de mi padre con respecto al concepto de usos mixtos. Tuve que vender lotes por el crónico problema de financiación en la Argentina, pero valió la pena. Hicimos todo de cero: infraestructura, calles, subdivisiones, saneamiento, cloacas, redes. Somos incluso titulares del dominio de una plaza de 4 hectáreas del Dique. Somos los encargados de mantenerla y le cedimos el uso al gobierno de la ciudad; para nosotros es un honor esta posibilidad. Madero Harbour es sentirnos pioneros en los emprendimientos de usos mixtos. Nos reconocemos como los ideólogos de este tipo de formato”.
Alejandro Ginevra recibió a Doquier en una amplia y vidriada oficina del edificio World Trade Center. Las increíbles vistas al Río de la Plata, pisos de mármol blanco y y su impecable decoración moderna en la que predominan líneas simples, hacen experimentar el lifestyle al que están acostumbrados los residentes y trabajadores de Madero Harbour.
En cuanto a los principales beneficios de los espacios de usos mixtos, Iván Ginevra, hijo de Alejandro muy comprometido con la empresa, explica que “todo lo que tiene que ver con ahorro de tiempo y energía es muy importante”; y detalló: “Acompañan las nuevas tendencias de las ciudades. Donde antes había puntualmente distritos comerciales, residenciales, de oficinas, hoy en día la tendencia es que estos se fusionen y operen en conjunto en un mismo espacio”.
“El nuevo código de la ciudad incluye entre los cambios el uso mixto. Esta incorporación que hicimos sirvió para que la ciudad cambiara y adaptara su código a esta nueva modalidad que es vivir, trabajar, disfrutar e ir de compras en el mismo espacio”, destacó Alejandro.
Sobre la noción de que esta modalidad mejora la calidad de vida de sus habitantes, Iván reconoció que “además, los centros mixtos se transforman en un pequeño eje, no es solamente el shopping, hotel, residencias y oficinas, hay eventos sociales constantemente, todas las personas se conocen entre sí, se vive una gran interacción”.
“Harbour Tower es un antes y un después en la arquitectura argentina. Va a ser el mejor edificio de Buenos Aires y difícilmente se logre construir otro similar en cuanto a su categoría y características. Tenemos el espacio, la altura, las vistas hacia el dique, la ciudad, la reserva ecológica. En Londres el año pasado nos dieron un premio al mejor rascacielos en construcción del mundo. Es un orgullo como empresario y persona. El desarrollador tiene un rol muy importante en el crecimiento de las ciudades porque si construimos edificios feos las ciudades son feas, si son lindos, las ciudades son lindas. Queremos hacer proyectos únicos, que embellezcan la ciudad”, describió apasionado el CEO de GNV Group; firma que además está asociada a la prestigiosa empresa de remate de arte y venta de propiedades de lujo a nivel internacional: Sothebys.
Sobre el dúplex que tienen a la venta, que es el más caro de la Argentina, 12.4 millones de dólares por 700 m2 el Presidente de la firma aseveró: “Nosotros viajamos mucho, aprendemos de lo que vemos en el mundo. Notamos que todas las ciudades tienen un edificio y piso emblemático. Nosotros construímos este dúplex siguiendo esas premisas, queríamos contruir algo único. Va a ser el único penthouse en los pisos 51 y 52 de la Argentina, incluso hay pocos en Latinoamérica”.
¿Y cómo vender? Alejandro tiene todo diagramado, y en este sentido blanqueó: “Mercedes Ginevra, se encarga de la comercialización de Ginevra Sothebys. Es una red global que nos permite salir a comercializar el dúplex en todo el mundo. Es una tarea difícil pero no imposible colocar este departamento”.
El monto está cambiando, las tecnologías, las formas de comunicación y también el mercado inmobiliario y la forma de vender. En sintonía con esto Iván Ginevra contó: “En el showroom de Harbour Tower, se puede apreciar una vista 360 grados de los departamentos en pantallas, podés incluso ponerte unos anteojos que enviamos a hacer a Estados Unidos para ver la vista exterior desde el departamento y recorrer el interior del mismo.
Sobre esta aplicación de realidad virtual Alejandro concluyó: “Es una forma innovadora de comercializar. Yo me dedico a esto de toda la vida y la vieja forma de poner un aviso y hacer la guardia ya no sirve tanto, menos para estos proyectos únicos dirigidos a un cliente muy exigente. Las tecnologías promueven cambios importantes en la forma de comercializar y creo que las empresas que no se adapten van a quedar en el camino”.
La familia actúa como un fuerte unificado, pudiendo transmitir de generación en generación la misma filosofía de trabajo. Queda muy claro que, más allá del lazo de sangre y vínculo padre e hijo de Alejandro e Iván, los une otro factor muy fuerte: una profunda pasión por lo que hacen.