Se trata de una iniciativa de las empresas Antares y Fluence. Que desarrollaron la primera cerveza argentina a partir de agua de mar desalinizada.
Todo, con el objetivo de tomar conciencia sobre la importancia de generar alternativas sustentables y proteger los recursos hídricos naturales. Es que tres ingenieros químicos marplatenses, idearon “Oceánica”. Una cerveza innovadora que cuida el medio ambiente. Se trata de una iniciativa conjunta entre Cervecería Antares y Fluence Argentina. Está última, una compañía líder en el mercado latinoamericano de soluciones en el tratamiento, recuperación y reúso de aguas y efluentes.
En otras palabras, es la primera cerveza argentina hecha a partir de agua de mar desalinizada. Un desarrollo en conjunto, dando el ejemplo en materia de responsabilidad socio ambiental e innovación.
En detalle, Oceánica es una cerveza rubia con ingredientes naturales, ligera. Además, presenta un aroma limpio, con presencia de maltas que recuerdan a pan horneado. También tiene una apariencia dorada y espuma blanca.
Conjuntamente, tiene un sabor a pan y galletas provenientes de la malta Pale Ale. Sumado a leves frutados de la levadura. La sensación en boca es de cuerpo bajo, refrescante y sedosa. En cuanto a la impresión general, se puede decir que Oceanica es una cerveza balanceada, limpia, delicada y refrescante; con sutiles sabores y aromas frutados. Un suave carácter a malta permanece como un dejo refrescante en el final.
Finalmente, se puede disfrutar con fiambres, ensaladas, platos suaves, salmón, arenque marinado y pescados.
Oceánica, innovación y conciencia
Esta creación persigue el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de potabilizar el agua de mar. Vale decir que el planeta cuenta con 3% de aguas superficiales subterráneas y glaciares. Por lo que el 97% restante es agua de mar.
Es decir, el problema del agua en el planeta no está asociado a la falta del recurso, sino a que no siempre se lo encuentra disponible donde se lo necesita. Por lo tanto, la situación hídrica puede considerarse en estado reservado. Ya que más del 70% de la superficie terrestre es agua y, sin embargo, según Unicef, 3 de cada 10 personas no tienen acceso a agua segura en el mundo.
Sumado a que el 75% de la población vive a menos de 100 km del mar (en ciudades cada vez más grandes), lo que genera un estrés sobre las fuentes de agua potable por la demanda del recurso y contaminación irreversible. Según Naciones Unidas, “en 2025, 1.800 millones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua y dos terceras partes de la población mundial podrían hacerlo en condiciones de estrés hídrico”, es decir, de manera sumamente restringida.