Gustavo Goñi explora un espacio entre arte y fotografía donde los límites parecen disolverse. Los filtros actúan como un cristal que acerca la imagen a lo pictórico. Profundidad, movimiento, color, textura se entrelazan como el sutil devenir de las medusas en el mar.

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Por: José L. Boggione

La fotografía y la pintura guardan una relación simbiótica. Cada una tiene sus reglas y sus técnicas, sus espacios y sus públicos. Pero ambas van tras el mismo objetivo: definir una imagen, congelarla en el tiempo, trascender.

Gustavo Goñi, fotógrafo y artista plástico -oriundo de Totoras, instalado en Rosario desde muy joven- explora el ambiguo terreno donde los límites de la fotografía y de la pintura parecen difuminarse. El resultado: una pieza diferente para adentrarse en el mundo multidimensional de las formas. Una nueva realidad, un mensaje basado en un referente visual, que es visto a través de un filtro, de una subjetividad.

Proyecto Medusa Gustavo Goni

Preproducción: pintando los bocetos en el estudio. Foto: Stephan Kiss

Ese terreno en el que los límites se disipan está caracterizado por la “no pulcritud”. La fotografía, tradicionalmente, busca una imagen limpia, enfocada, nítida. El filtro -revitalizado en los últimos años por aplicaciones móviles de redes sociales- es como un cristal que acerca la imagen a lo pictórico, le da otro relieve y otra profundidad.

El desafío de poner en imágenes un concepto conjuga múltiples elementos: la figura humana, el vestuario, un espacio, las luces y las sombras, el color, las texturas y las transparencias.

En ese entrecruzamiento entre fotografía y pintura no está la idea de repetición ni de secuencia o serie. El deseo, fuertemente buscado, es lograr un mensaje visual, una sola imagen, “la” foto. Lo que el gran fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson definía como el “instante decisivo”, el momento justo.

El caso de “Proyecto Medusa”, como todo proceso creativo, posee la particularidad de una lógica propia. La sumatoria de señales, disparadores sensoriales y acontecimientos aparentemente desapercibidos dejan huellas sutiles en cada artista.

Proyecto Medusa Gustavo Goni

Inspiración del fluir de las medusas en el Acuario de la Bahía de Monterey (Monterey Bay Aquarium), California, Estados Unidos. Foto: Gustavo Goñi

Hace un tiempo, Gustavo Goñi vivió la experiencia de visitar el acuario de la bahía de Monterey, en California, Estados Unidos. El sutil movimiento las medusas en el agua -que, si no fuera por la luz que incide en el estanque, sería imperceptible- generó en él una profunda fascinación. Con esa inspiración, “Proyecto Medusa” pretende ser una “representación estética del fluir”, del continuo devenir, de la adopción a los permanentes cambios.

El arte, como la vida, precisa de esa fluidez para desarrollarse, para crecer, para manifestarse. Una capacidad de adaptación a los contextos actuales, el movimiento, la superación de la rigidez.

 

GUSTAVO GOÑI

Licenciado en Bellas Artes y profesor de Artes Plásticas, graduado en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Se perfeccionó en técnicas de grabado, pintura y dibujo.
Desde muy joven, hizo de la fotografía su forma de vida. En más de 25 años de trayectoria, buscó siempre conjugar arte y moda con un estilo de vanguardia.
Desarrolla su labor docente en universidades e institutos educativos, con pasión y una visión innovadora. En simultáneo, canaliza su amor por el arte a través de la pintura y la escultura.
Gustavo trabaja con un equipo de profesionales de distintas áreas, siempre enfocado en la creatividad y la innovación.
Además de su pasión por el arte y por la fotografía, Gustavo es coautor del libro titulado “Rosario, imágenes de una ciudad para descubrir”, que él considera un bien merecido homenaje a su ciudad adoptiva.

Web: http://gustavogoni.com/
Facebook: https://www.facebook.com/GustavoGoniFotografo
Instagram: @gustavogoni

Proyecto Medusa Gustavo Goni

Gustavo Goñi junto a las ampliaciones de Proyecto Medusa en su estudio. Foto: Stephan Kiss