Con 500 anticuarios en un radio geográfico de un kilómetro, San Telmo es la mayor concentración de Sudamérica. Y la segunda a nivel mundial después de Francia.

Cientos de locales que conservan el arte antiguo cual vitrinas abiertas. Además de otras tantas galerías de arte emergentes que promocionan un artista nuevo o ya consagrado. En San Telmo se comercializan toda clase de antigüedades y objetos de arte. Ya sea para la decoración o coleccionismo. Todo esto, sucede en el corazón del Casco Histórico de la ciudad.

Esto convierte a Buenos Aires, y en particular a San Telmo (un barrio con pulso arrabalero y ritmo de 2 x 4), en una fuente de provisión de muchos buscadores de tesoros. Tanto para decoradores, como para directores de arte que ambientan escenografías películas y obras de teatro. Turistas, curiosos y vecinos de toda la ciudad viajan en el tiempo cuando pisan los negocios de antigüedades de calle Defensa.

En todo el mundo no hay una ciudad que, en tan pocas cuadras, concentre tantos negocios de antigüedades. En este caso, los hay desde Defensa al 50 hasta Parque Lezama. Algunos en calles aledañas y otros dentro de galerías de arte.

Sólo en San Telmo hay 500 de estos verdaderos museos a la calle. Asimismo, en toda la ciudad de Buenos Aires se cuentan 2000.

Hace más de 40 años que los anticuarios se instalaron en Defensa. “Si vas a Nueva York o Londres, estas piezas valen el doble o el triple que en nuestro país. Las antigüedades en Argentina son baratas. Los coleccionistas o intelectuales del arte vienen acá a ver y comprar piezas que nunca ven, ni siquiera en los museos más importantes de afuera como Alemania y Francia. Según National Geographic, el mercado de antigüedades de Argentina es el 2º más importante del mundo”, destacó Luis Guevara, asesor en arte y antigüedades en Guevara Gallery; referente en Art Nouveau y Art Deco.

San Telmo, el lugar elegido

Pueden encontrarse piezas exquisitas, importadas por nuestros antepasados, durante los siglos XVIII y XIX. Fue gracias a una gran inmigración proveniente de Europa Central y Oriental. Responsable, además, de influir en los gustos y la cultura general de Argentina.

san-telmo-arteLa vajilla inglesa, francesa y alemana, las arañas checoslovacas, sillas americanas y muebles italianos hablan de una época de oro. “Nosotros somos como una galería del pasado que muestra la historia argentina desde adentro de sus mansiones, de sus grandes casas. De los movimientos artísticos que se vieron reflejados en nuestro país desde la arquitectura para adentro, con el arte y el contenido”, explicó Norberto Medrano, Presidente de la Asociación de Anticuarios y Amigos de San Telmo.

Una tendencia perpetua en deco en San Telmo

“Los muebles y las lámparas en estilo art deco son mis preferidos. Las consolas en raíz de nogal siempre lucen impecables y las mesas de grandes proporciones en enchapados de madera rubia son un clásico”, comentó Julio Oropel, arquitecto y diseñador; refiriéndose a qué estilo de muebles elige para decorar.

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Por su parte, Javier Iturrioz, arquitecto, decorador y escenógrafo, manifestó: “Una casa con piezas antiguas adquiere otro sabor y una pátina que no consigue dársela jamás el mueble más moderno. Cualquiera puede ir a una tienda y comprar un mueble en serie, pero una antigüedad es única y exclusiva, y da carácter y personalidad a ese ambiente”.

El interiorista (que en Casa FOA 2018 presentó el living de un coleccionista) explica que no hace falta que todo sea de época o valuado a precios desorbitados. Sino que con buen ojo se pueden lograr ambientes muy cálidos y distinguidos. “La clave para no recargar es usar pocas piezas importantes y hacer un mix con otras de marcado carácter contemporáneo. Conseguir el equilibrio. La fusión de piezas modernas y antiques, muebles de época y arte contemporáneo, art deco con pintura o fotografía moderna es un maridaje perfecto”, completó Iturrioz.