Con el asesoramiento del INTA e INTeA, más de 270 familias campesinas y de pueblos originarios producen indumentaria y objetos de decoración con agregado de valor a través de Somos Fibra.

Por: Vale Trosch

Alfombras de lana de oveja tejidas en telar; bolsas geométricas de cuero de cabra curtido y prendas de diseño que resignifican las tipologías tradicionales, como el poncho y la ruana. Estas son sólo algunas de las artesanías que elaboran más 270 familias campesinas y de pueblos originarios con la marca del INTA “Somos Fibra”. Además, en sintonía con el auge del comercio electrónico en América Latina; el INTA lanzó al mercado, una tienda online donde se comercializarán artesanías de todo el país.

La plataforma “Somos Fibra” es el resultado de una gran labor. Se trata de una articulación que se basa en el trabajo con artesanos rurales de la Coordinación Nacional de Transferencia y Extensión del INTA. Es decir, la plataforma de comercialización on line que se desarrolló gracias a la organización comercial de NTeA SA. Con financiamiento de la Fundación ArgentINTA y el asesoramiento de la economista especializada en diseño, Marcela Molinari.

Por otro lado, se destaca que en una primera instancia, se presentaron colecciones de indumentaria, decoración y marroquinería. Todas ellas, desarrolladas con artesanos de la Quebrada y Puna de Jujuy (de los Valles Calchaquíes de Salta y de la Puna de Catamarca).

El objetivo, de Somos Fibra es potenciar los emprendimientos artesanales de la agricultura familiar. En esta línea, se realiza mediante la incorporación de diseño como herramienta de agregado de valor y su comercialización desde una plataforma abierta al mundo.

Somos Fibra, para potencia el saber local

Comenzó a desarrollarse en 2017, entre el equipo de INTA Diseño y los artesanos rurales de la Red Puna, Makiwan, CUM y El Kakán.

Historia, tradición y trabajo familiar son algunos de los valores que trasladan los productos elaborados por las artesanas. Y cargados con la identidad ancestral y la tradición local.

La Red Puna es una organización que nuclea a 80 familias; entre cooperativas, asociaciones, comunidades campesinas y de pueblos originarios de la Quebrada y Puna jujeñas. Tradicionalmente, crían llamas, las esquilan y acopian la fibra. Que, en parte venden y en parte la transforman en productos mediante los telares y el tejido tricot.

Por su parte, las Comunidades Unidas de Molinos (CUM) nuclea a 24 comunidades campesinas y de pueblos originarios del Valle Calchaquí Salteño. Las mujeres de estas comunidades crían ovejas en rebaños mixtos con cabras, las esquilan e hilan con huso. Luego, con los hilados, ellas tejen a mano y los hombres en el telar.

Por otro lado, la Cooperativa Agroforestal Jóvenes conocida como El Kakán nuclea a 20 familias de la localidad de Palo Blanco, Tinogasta, en la Puna catamarqueña; que comercializan comestibles, vinos y artesanías. También realizan curtido artesanal de los cueros de cabra y oveja (resultado del autoconsumo familiar de la carne). Conjuntamente, los más jóvenes lideran la línea de marroquinería de la colección Somos Fibra.

A su vez, Makiwan es una organización comercial joven que, desde 2016, reúne a distintas agrupaciones de artesanos rurales de Jujuy. Estas comunidades basan su economía en la cría de llamas y su utilización integral; principalmente para autoconsumo. Con la fibra de estos animales, 150 familias producen tejidos en telar y técnicas de tricot. Que luego venden en su local de la turística localidad de Purmamarca.