Fiel a su lema «Innovators by tradition», Tissot dedica su nuevo Gentleman al caballero elegante contemporáneo. Es sofisticado a la par que discreto y está fabricado con acero. Este modelo de 40 mm de diámetro simboliza la devoción de Tissot por la mejor artesanía relojera y la atención por el detalle.
El Tissot Gentleman es un reloj polivalente, ergonómico al mismo tiempo que elegante. Puede lucirse en un contexto profesional, donde imperan ciertos códigos estéticos, así como en los momentos de ocio del fin de semana.
La esfera de este reloj se inspira en un modelo de los años sesenta; un periodo en el que se subvirtieron los códigos y se instauró una tendencia contemporánea. En la actualidad, esta década sigue influyendo en diferentes ámbitos, y Tissot ha sabido dar un toque actual a una pieza antigua.
Dos brazaletes adornan al Tissot Gentleman y aportan el toque definitivo a dos modelos diferentes. El primero es una pulsera de acero con tres eslabones anchos. En el que el eslabón central está pulido, mientras que los laterales presentan un acabado satinado. La segunda opción consiste en una selección de correas lisas de piel de becerro.
Los detalles del Tissot Gentleman
Todas las esferas, de cualquier color, presentan las mismas características notables. Es decir, unos índices aplicados, biselados, pulidos y satinados. Que están acentuados por las agujas Dauphine talladas con un material luminiscente blanco. Estos elementos, junto con la apertura para la fecha a las tres, revelan la sutil elegancia de la esfera. Además, un fino segundero permite leer la hora con la máxima precisión.
Por otro lado, la firma suiza emplea el conocido movimiento Powermatic 80 en la versión con espiral y volante de silicio. Esta espiral aumenta la longevidad del reloj, su precisión y su resistencia a los campos magnéticos. Asimismo, el movimiento automático incluye una práctica reserva de marcha de 80 horas, de ahí su nombre. Con más de tres días de autonomía si no se lleva, el Tissot Gentleman permite a su dueño disfrutar del fin de semana sin preocuparse por darle cuerda o ponerlo en hora.