Con Flower Cherry Poppy, Kenzo se atreve a combinar la perfumería tradicional con el mundo de la repostería japonesa. La fragancia, creada por la perfumista Dora Baghriche, se inspira en el wagashi, un pastelillo japonés con forma de flor. El resultado es una fragancia «pop» y deliciosa que mezcla notas florales y ácidas de una manera sofisticada.
Kenzo brinda a las flores una nueva forma de expresión, cada vez más alegre, llena de energía y libertad. La Maison explora sus facetas luminosas en torno a una nota central de rosa damascena.
Las notas clave de la fragancia son cinco. Cereza negra ácida, que realza la fragancia y le da un toque de frescura. Además, rosa damascena, una nota central que le da redondez y es característica de Kenzo. También, lirio de los valles y nenúfar: complementan el bouquet floral. Se suman, almizcles blancos, que envuelven la fragancia en una «nube» suave y adictiva. Y, finalmente, fresa y ambreta. Aportan más matices de acidez y textura.
La botella, con su delicado tono rosado, está hecha con un 20% de vidrio reciclado y se produce íntegramente en Francia. El compromiso de KENZO con un mundo más bello se refleja en su composición, que contiene un 91% de ingredientes de origen natural.
Esta fragancia es un nuevo hito en la historia de la colección Flower, que ha celebrado la amapola durante más de dos décadas.