Bucci, una tradición familiar que se transformó en museo

Bucci, una tradición familiar que se transformó en museo

La historia y los hombres detrás del Museo Bucci. Pasión por los autos, la velocidad y la cultura. 

Por: Javier Dellamonica

Zenón Pereyra, localidad de traza masónica, invita a realizar su recorrido a pie. Y, así, sorprenderse a cada paso por la calidad y conservación en la construcción entre sus calles y bulevares. Cada sitio tiene su referencia al frente para ubicar en la historia del lugar.

Bucci, una tradición familiar que se transformó en museoSobre uno de los laterales del viejo trazado del FFCC y dentro de una antigua y conservada esquina de ramos generales se muestra la vida y obra gestada por Domingo Bucci. Mecánico, diseñador, empresario y piloto. Quien tuvo una muy destacada carrera en los principios de la historia del automovilismo deportivo. Desde 1920 a 1933, participó en 64 carreras y logró 54 victorias. 

Nació en 1894 en la localidad de San Carlos, Santa Fe. Desde muy temprana edad demostró natural talento para entenderse con toda clase de máquinas, reparando desde bicicletas hasta carros de caballo.

Su hijo Clemar Bucci fue mecánico, empresario metalúrgico, diseñador de coches deportivos de Fórmula Grand Prix y Súper Deportivos Nacionales. También se desempeñó como piloto en el mundo de la Fórmula 1 internacional. Condujo para las más distinguidas casas deportivas del mundo automotor como Ferrari, Maserati, Gordini, Porche. En tanto, Rolando Bucci (hijo de Domingo Bucci) fue mecánico, empresario metalúrgico y acompañó a Clemar como su socio en los distintos proyectos tanto en Argentina como en Europa.

La intensa vida de Domingo Bucci tuvo un desenlace propio de las condiciones y riesgos que asumían los hombres en aquellos años. Quienes desafiaban a los caminos, las inclemencias del tiempo y la velocidad. En carrera, en Arrecifes, Buenos Aires, sufrió un accidente en el que embistió a un auto de otro competidor, detenido en el camino y escondido por el polvo de la misma competencia. A la edad de 39 años, falleció el 7 de marzo de 1933.

Descubrir el Museo Bucci

Ingresar al museo es el inicio de un recorrido por la historia. El hall central es el despacho del viejo Ramos Generales. Donde las actas, la máquina registradora, los armarios, el mostrador y hasta el rincón de las comunicaciones de aquel entonces en el pueblo están presentes.

A continuación, se inicia un sorprendente circuito con referencia en cada uno de los modelos de auto propuestos. Además, videos con la historia de los protagonistas y carreras de época, que llevan de un ambiente a otro, con fascinación por la visión de aquellas personas.

Se pueden ver autos deportivos creados por la familia Bucci. Desde uno de los Hudson, hasta el Bucci Special 2013 presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires. La visita es guiada por una de las referentes locales, Adriana Gieco, quien pasa por todos y cada uno de los modelos, ordenados por salones, generando sorpresa a cada paso.

Quienes impulsaron la creación del museo para compilar su historia y tradición ligadas al mundo de los “fierros” expresan: “Crear un museo es dar vida a una obra colectiva, que está llamada a perdurar en el tiempo más allá de la medida de la vida de un hombre. Es dar el primer paso de un camino que uno sabe no recorrerá hasta el final. Pues es más largo que el tiempo del que intuye, dispondrá. Y esto, lejos de desalentarnos, nos hace conscientes de que allí radica la razón de nuestra esperanza: hemos constatado ya que la obra que fuera resultado del impulso de una sola persona sería, casi necesariamente, raquítica. Por el contrario, hecha causa común por una comunidad entera, es posible que alcance, en su hora, la plenitud que le es propia. Tal vez incluso distinta y superior a nuestra actual expectativa”.

Más información:
www.museobucci.com