Cabo de Buena Esperanza, energía en el extremo sur de África

Cabo de Buena Esperanza, energía en el extremo sur de África

Es un lugar de carácter espacial. Ya que es el centro de una región muy rica en flora endémica. Cabo de Buena Esperanza es, también, belleza natural e increíbles playas blancas.

Por: Vale Trosch

El portugués Bartolomé Díaz (en 1488) fue el primer europeo en visitar Cabo de Buena Esperanza. Y lo llamó “Cabo de las Tormentas”. Más tarde, Juan II de Portugal le dio su nombre actual. Es que fueron los portugueses, en particular Vasco de Gama, quienes descubrieron este lugar que es uno de los extremos más meridionales del continente africano.

Es el centro de una región de gran riqueza de flora endémica. Además del más pequeño pero más rico de los dominios biológicos de flora del continente africano. Entre otras cosas, cuenta con una notable representación de arbustos llamados fynbos, con dos variedades. Sumado a casi 1100 plantas, de las cuales muchas sólo crecen en este territorio.

Se trata de un lugar muy bello para aquellos turistas fanáticos de la naturaleza y el aire libre. Pero también es muy interesante para quienes estén conectados con la energía del universo. Aquí, encontrarán interesantes sensaciones.

El Cabo de Buena Esperanza también es denominado de las Tormentas. Y se debe a su reputación durante los meses invernales australes (de abril a septiembre). Aunque siempre es posible ver, en esta parte del planeta, olas de más de cuatro metros; a las que se suma el fuerte viento. 

La historia de Cabo de Buena Esperanza

Su descubrimiento de mano de los portugueses se debe a que en el siglo XV navegar era muy peligroso; debido a los ataques de los barcos del imperio Otomano y de los piratas berberiscos. Por este motivo, los portugueses buscaban alternativas para navegar y llegar seguros a Oriente en busca de sedas y especias.

Fue así que, bordeando la costa africana, Bartolomé Díaz llegó al actual cabo de Buena Esperanza el 1488. En 1497, Vasco de Gama lo cruzó por primera vez en su búsqueda de las Indias. El logro de una ruta segura es el principal motivo de su nombre.

Más tarde, el 6 de abril de 1652, el marino neerlandés Jan van Riebeeck instaló un campamento cerca del Cabo, que acabó convirtiéndose en lo que hoy es Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.