El destino que es un tesoro natural por excelencia en Argentina. Jujuy combina turismo al aire libre, historia y arqueología.
En el noroeste argentino y con poco más de 53.200 kilómetros cuadrados de superficie, Jujuy es la provincia más rica en biodiversidad y cultura de Argentina. Desde sitios arqueológicos (Pucará, fortaleza militar o Tilcara, capital nacional de la arqueología), hasta una ubicación privilegiada, en la Quebrada de Humahuaca. Tanto es así que en 2003 fue declarada por la UNESCO como Paisaje Cultural de la Humanidad.
Jujuy es un destino atractivo para el turismo por una variedad de razones. Entre las que se encuentran su rica y extensa cultura milenaria, y la belleza y magnificencia de los paisajes naturales conformados por cerros, valles, quebradas, ríos y montañas multicolores.
Arquitectura e historia en Jujuy
En esta provincia, a lo largo de la Quebrada de Humahuaca se pueden ver más de una veintena de Pucarás (término de origen quechua que se emplea para aludir a un tipo de fortaleza que construían pueblos aborígenes del continente americano). Los que años atrás conformaron un sistema de defensa finamente articulado para repeler todo tipo de invasiones.
Mientras que en lugares como Puna (altiplano), Yungas (zona selvática) y en los Valles se pueden encontrar diversos sitios arqueológicos (petroglifos y pinturas rupestres), que abarcan miles de años de historia. Además de otras series de construcciones que han quedado inamovibles en el tiempo, como silos, andenes o terrazas de cultivos.
Imponente naturaleza
Jujuy es una de las cuatro provincias con mayor nivel de biodiversidad de todo el país. Es hogar de cientos de especies animales y vegetales. A tal punto que se han registrado el 60 por ciento de las especies de aves que habitan en Argentina. Lo que significan casi 600 especies. Asimismo, se suman decenas de especies de mamíferos, reptiles y anfibios.
Dentro de las especies emblemáticas que se pueden destacar que encuentran: yaguareté; puma; cóndor andino; llama; vicuña; zorro de monte y zorro colorado; flamenco austral; parina grande (flamenco andino); parina chica (flamenco de james o puna); pato crestudo; pato capuchino; pato puna; guayatas; suris; yacaré y carpincho. Por lo que es un destino ideal para observadores de aves y fotógrafos de fauna y naturaleza.
También es conocida como tierra de colores, ya que la provincia está conformada por cuatro ecorregiones muy marcadas y distintas entre sí. Hacia el este se encuentran las majestuosas Yungas (selvas de montaña). Son, además, conocidas como nuboselva. Vale decir que nacen en Bolivia y llegan hasta las primeras estribaciones montañosas de Catamarca. Son consideradas como reserva de la biosfera.
Al sur se encuentran los valles templados de Jujuy; que forma parte de la ecorregión chaqueña, tierra productiva y tierra de gauchos. Se trata de zonas de bosques, lagunas, diques, coloridos valles y sierras bajas.
Más al centro se encuentra la famosa Quebrada de Humahuaca, conformada por diversos cordones montañosos y una geografía semi árida, pero con algunos oasis verdes. Estos son aprovechados para el desarrollo productivo rural.
Finalmente, al norte y al oeste se ubica la inmensa, mágica, ancestral y hermosa Puna (altiplano) rica en historia, cultura y naturaleza.
Geografía en colores desde Jujuy
Esta provincia ofrece desde el icónico Cerro de los 7 colores (ubicado en el pintoresco pueblo de Purmamarca) hasta el Paseo de los Colorados en la misma ciudad. Pasando por La Paleta del Pintor y el Puente Natural ambos ubicados en el bello pueblo de Maimará. Todo ello en la Quebrada de Humahuaca.
También sorprende Tilcara, en la que se puede visitar la Garganta del Diablo; las cuevas de Wayra (sitio arqueológico y energético por excelencia); los Castillos de Huichaira; Huacalera y su famoso reloj solar (Trópico de Capricornio); el cerro Yacoraite cerca de Uquía y Peña Blanca.
Se suman las Serranías del Hornocal y su majestuoso cerro de los 14 colores (ubicado a 25 kilómetros al este de Humahuaca), el Espinazo del Diablo y el Puente del Diablo ubicados antes de llegar a Tres Cruces (límite natural entre la Quebrada de Humahuaca y la Puna).
Al llegar a la Puna, los sitios imperdibles son el Huancar en Abra Pampa (cerro de roca y dunas de arena); el monumento natural Laguna de Los Pozuelos, que forma parte de la reserva de la biosfera, y Cochinoca. Se suman al listado de lugares hermosos para recorrer: Yavi; Yavi Chico; e Inti Cancha.
Luego, por la mítica Ruta Nacional 40, se recorre Cieneguillas, Santa Catalina, Paicone, Timón Cruz, San Juan de Oro, Cusi Cusi y el mítico Valle de la Luna. Después el turista puede dirigirse hacia Susques para visitar Barrancas, Sausalito, Rinconadillas, Laguna Guayatayoc y las famosas Salinas Grandes. Vale decir, que las Salinas Grandes son una de las cuatro salares más grandes de Sudamérica. Ya que poseen una superficie de más de 200 kilómetros cuadrados.
El corazón de la provincia
Siguiendo el recorrido, el visitante puede dirigirse al sur hacia la Ciudad de San Salvador de Jujuy (capital provincial y centro económico de Jujuy). Donde algunas construcciones datan de finales del siglo XVI.
Además de bellas plazas, parques e iglesias, se puede encontrar el Parque Botánico Municipal el cual protege una importante porción de selva de Yungas y se encuentra a minutos del centro. Desde aquí, además, se puede visitar la zona de valles templados y de diques. También conocer las localidades de San Antonio y de El Carmen (diques Los Alisos, Las Maderas y La Ciénaga).
Luego, hacia el noreste, es posible conocer las Yungas y el Parque Nacional Calilegua y llegar hasta las Termas del Río Jordán.
Por otro lado, vale mencionar a los íconos del turismo aventura. Por ejemplo, los senderos de trekking y aventura de Tilcara – Peña Alta (del desierto a la Selva) y el de Santa Ana a San Francisco el cual atraviesa parte del camino del Inca.
Finalmente, se puede conocer el corazón de Jujuy a través de su gastronomía. Que fusiona tradiciones andinas y europeas junto a la cocina criolla y gaucha. Desde empanadas fritas de carne cortada a cuchillo, pasando por tamales cordero, cabrito, cerdo y llamas asadas, hasta charquis de carne vacuna y de llama, salames de llama, quesos de cabra, verduras de la zona y frutas tropicales. También se pueden disfrutar de platos en base a pescados de río (pacú, surubí, patí, boga y dorado), postres y meriendas de campo que conjugan recetas y técnica culinarias modernas y ancestrales.
Jujuy es tierra de fiestas y de celebraciones religiosas y populares. También es capital Nacional del Carnaval. Jujuy es hermosa, fantástica, mágica, asombrosa, natural, distinta e inolvidable.
Información y fotos gentileza de Martin Garcia Moritan.
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