La marca de cosmética de lujo celebró el inicio de la temporada con un almuerzo en Las Cárcavas para celebridades y socialités.
La firma internacional de lujo para el cuidado de la piel, creadora del “fermento milagroso”, convocó a invitadas argentinas para disfrutar de una experiencia gastronómica y sensorial alineada con el proceso de producción de las cremas de LA MER.
Los diferentes platos fueron elaborados por el chef Martín Lavecchia de manera lenta y en lotes pequeños. Con el objetivo de generar una relación directa con la fermentación y los ingredientes marítimos de las cremas.
LA MER, que comercializa sus productos en Argentina, realizó este primer encuentro para agasajar a sus invitadas. Contarles sobre la artesanalidad de sus productos, sus ingredientes sustentables y la correcta forma de utilización para liberar el “fermento milagroso”, conocido por sus propiedades antioxidantes de sanación de la piel.
Las propiedades sanadoras de LA MER:
El científico Max Huber creó lo imposible: un elixir tan sublime, tan lleno de posibilidades que lo llamó acertadamente “Fermento Milagroso”, una fórmula que surgió tras incontables experimentos.
Este legendario elixir, patentado por la marca, está presente en todos los productos de la firma. Es capaz de reparar la piel y renovar las células gracias a los poderes del mar. El fermento es el resultado de un lento procedimiento artesanal que busca “liberar” todas las propiedades de las algas.
El alga kelp es la protagonista de esta fórmula, rica en vitaminas y minerales. Se fermenta lentamente con una luz especial durante tres a cuatro meses. Dando como resultado este fermento milagroso, con un alto poder nutritivo y regenerador.
Creme de La Mer es la hidratante fundacional de la marca. Reúne los poderes del mar con una combinación única de ingredientes. De textura ultra suave, es apta para todo tipo de pieles y con capacidades curativas.
Pero el mayor secreto está en su aplicación: la marca recomienda tomar una pequeña cantidad de la crema utilizando la espátula. Frotarla lentamente entre las yemas de los dedos hasta que obtenga un color translúcido y presionar suavemente sobre la piel. Este procedimiento garantiza una mayor efectividad en el tratamiento, ya que libera las propiedades del fermento.
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