Es el segundo descubrimiento excepcional de diamantes de la marca. Sethunya significa flor en el idioma setswana; un suave guiño a la emblemática flor Monogram de Louis Vuitton.

Se trata de un diamante en bruto de 549 quilates. Y el descubrimiento de Sethunya es, también, una nueva colaboración con Lucara y HB Antwerp para rastrear el viaje desde la mina hasta la obra maestra.

A menos de un año después del trascendental descubrimiento del diamante en bruto Sewelô de 1758 quilates, Louis Vuitton inicia una segunda colaboración con Lucara Diamond Corp (mina Karowe, Botswana). Sumado a HB Antwerp, la empresa de tecnología de círculo cerrado que se centra en la industria del diamante.

El descubrimiento se dio el 1 de febrero de 2020, en un día cristalino y soleado en la mina Karowe de Lucara. Luego de que un clasificador de diamantes de Motswana concienzudo y normalmente silencioso, gritó de alegría. Ella había encontrado, lo que todo trabajador de diamantes sueña, un diamante en bruto extraordinariamente grande y prístino. Lo hizo en la llamada “caja de guantes”, la sección de clasificación especial del circuito MDR – Mega Diamond Recovery XRT de última generación. Que detecta y rescata especímenes más grandes ricos en carbono, antes de que alcancen el tradicional y destructivo proceso de trituración de minerales.

Una vez pesado y evaluado inicialmente, se descubrió que el diamante, de excepcional pureza, alto brillo y gran color, era de 549 quilates. Se había extraído de la misma unidad del lóbulo sur de la mina propiedad de Lucara que había producido otros maravillosos tesoros naturales, incluido el Lesedi La Rona de 1109 quilates y el Sewelô de 1758 quilates.

La historia de Sethunya

Se estima que tiene entre 1 y 2 mil millones de años. Y es notable tanto por la consistencia de la pureza extrema como por la blancura en todo el cristal.

De acuerdo con su larga tradición de personalización, Louis Vuitton planea ofrecer diamantes a medida creados a partir de este espécimen raro, cortados, pulidos y hechos a pedido según los deseos del cliente. Es decir, la experiencia de alta joyería personalizada definitiva y la oportunidad de crear una joya, una reliquia familiar histórica. De esta forma, el cliente se involucra en el proceso creativo de trazado, corte y pulido, pasando a formar parte de la historia que la piedra llevará consigo a la historia.