Un resto a puertas cerradas no es sólo un restaurante. Kōjin Omakase es el resultado de un sueño compartido por dos amigos: crear un espacio gastronómico de excelencia, que eleve la experiencia culinaria en la ciudad y la acerque a los más altos estándares internacionales. Ese sueño se hizo realidad en Zeballos 2417, Rosario.
Está inspirado en la tradición japonesa del omakase. Es decir, una cena a medida del chef, basada en la frescura del día y en la confianza total del comensal. Kōjin Omakase propone una conexión directa entre quien cocina y quien degusta. La experiencia es íntima, cuidada, multisensorial y profundamente personal.
El origen: una conversación que se convirtió en destino
La idea de Kōjin Omakase nació durante una cena en uno de los referentes del sushi del país. Nicolás Rotman, abogado y empresario, le envió un mensaje a su amigo Nicolás Cerda, chef chileno formado en Santiago: “Esto mismo debería existir en Rosario”. Ese fue el punto de partida de un proyecto que creció con convicción, visión y detalle.
Ambos coincidían en que Rosario necesitaba una propuesta distinta: una experiencia gastronómica de calidad, íntima, auténtica y moderna, que rompiera con la rutina de lo convencional.
Así, Kōjin Omakase nació para ocupar ese espacio. Una barra exclusiva, una narrativa culinaria honesta y una atención pensada al detalle. Representando una manera de hacer cocina desde el respeto y la pasión.
Para el chef Nicolás Cerda, es un espacio donde puede expresarse creativamente y rendir homenaje a la tradición japonesa. Donde se fusionan sabores locales y latinoamericanos. Mientras que para Nicolás Rotman, es la realización de un deseo profundo: ofrecer un lugar donde las personas se sientan bienvenidas, atendidas con calidez y sorprendidas por la excelencia.
Cada elemento en Kōjin Omakase está pensado para ofrecer una experiencia 360: desde los materiales nobles que visten el salón, hasta la historia que hay detrás de cada plato. El equilibrio entre técnica, estética y servicio define la esencia del lugar.
El equipo detrás de Kōjin Omakase
Estudio Taverna estuvo a cargo del diseño, construido como una síntesis poética entre tradición japonesa y sensibilidad contemporánea. Cada elemento busca honrar la esencia del omakase como experiencia íntima, ritual y profundamente sensorial.
La atmósfera se teje desde los siguientes cuatro ejes fundamentales. Primero, la barra Omakase, concebida como corazón del espacio. Está construida en piedra natural generando un carácter escultórico. Invitando a la interacción directa entre chef y comensal. La superficie, sólida y cálida al tacto, concentra la energía del lugar y enmarca cada gesto gastronómico con sobriedad y precisión.
Segundo, la elección de materiales nobles como madera hinoki, papel shoji, piedra volcánica y metal forjado construye un entorno que invita a la pausa, al recogimiento y a la atención plena.
Tercero, la iluminación cálida y escenográfica, con acentos dinámicos que simulan el fuego, dibuja un ambiente envolvente, íntimo y teatral.
Y por último, la integración con la naturaleza, expresada en un patio japonés interior que expande visual y emocionalmente el espacio, conectando al visitante con la calma y la contemplación.
Se trata, en esencia, de un espacio de transformación: donde la tradición dialoga con la vanguardia, lo ritual con lo contemporáneo, y el diseño con la emoción, en perfecta sintonía con una propuesta culinaria de altísima calidad, precisa y refinada .
En resumen:
- Resto a puertas cerradas y sólo con reserva.
- Una barra de 10 metros como escenario central.
- 1 itamae (chef) cada 6 comensales, para un servicio íntimo y personalizado.
- Menú por pasos, estacional y rotativo, en función de los ingredientes frescos del día.
- Vajilla artesanal, ambientación sensorial y atención que respeta los tiempos del comensal.
- Vinos seleccionados cuidadosamente para realzar y acompañar cada paso del menú con armonía.
- Tragos de autor diseñados para acompañar la experiencia con sutileza y creatividad.
La experiencia Kōjin Omakase es para quienes buscan excelencia sin estridencias. Para quienes saben que los buenos momentos se construyen con sensibilidad, oficio y autenticidad.
Instagram: @kojin.omakase